12 enero 2010

PÁGINA ASESINA. Julio Cortázar.

Caminando por la acera, pasé junto a una vieja librería, me cruzaba con ella todos los días y siempre me ha llamado la atención su nombre ``Libros para no dormir’’ le pegaba de lujo al aspecto de la tienda, medio caída y roñosa, con un viejo en la entrada, de cara triste, que ahuyentaba más aun a los posibles clientes. No tenía tiempo de pensar en ello, tenía que hablar con una persona muy importante para zanjar por fin mi negocio.

Se había alargado el encuentro, pero había conseguido zanjarlo de una vez por todas, en estos momentos era el hombre más feliz del mundo, trotaba por la calle, sorteaba farolas y saltaba bancos, creo que no había estado tan feliz desde que aprendí a montar en bici, entonces me fijé que estaba junto a ``Libros para no dormir ´´.
Entré, el viejo me miró con cara de pena y yo me alejé de el lo más que pude, ya que, no era una librería muy grande.
Casi todos los volúmenes eran viejos y tenían una fina capa de polvo que los cubría. Cogí un extenso volumen al azar, titulado, `` Duerme, Duerme’’ el peculiar nombre me interesó y empecé a leer palabras sueltas de las primeras páginas, parecía interesante, así que me acerqué al hombre y a lo que supuse que era la caja.
-Me llevo este- le dije.
Me lanzó una mirada que no supe interpretar, pasaron unos minutos antes de que contestara.
-Interesante elección-
Salí de la librería y acto seguido empezó a llover, tuve que correr hasta casa. Llegué calado de agua y eso que vivía a dos calles de la librería. Me hice una ensalada rápida para comer y me puse a ver la tele, pero entonces recordé el extraño libro que me había comprado hace apenas unos minutos y no pude resistirme a empezarlo. Apagué la tele y me puse en mi sillón. Abrí el libro por la primera página y me lancé de lleno a la lectura.
Contaba cosas interesantes sobre los tipos de sueños, también recogía una recopilatorio de entrevistas, preguntándole a la gente sobre su tipo de sueño, (parecía una investigación).
Sin darme cuenta me había leído 200 páginas y lo más curioso es que mis ojos no se sentían cansados y no podía dejar de leer.
Alcé los ojos hacía el reloj que colgaba de la pared de mi salón y me sorprendí, eran las 9 de la noche, llevaba leyendo desde las 3 de la tarde, pensé que para lo poquito que me quedaba no merecía la pena dejarlo.
Al pasar de página, de la 1.245 a la 1.246, me di cuenta de que estaba completamente en blanco, ni una letra asomaba por la hoja. Me sentí muy enfadado, así que me vestí, metí el libro en la bolsa y fui a la librería a pedir explicaciones.
Crucé las dos calles que me separaban de mi destino, corriendo por la incesante lluvia que me perseguía. Llegué a duras penas a la librería y en la puerta descubrí un pequeño cartel que advertía del cierre de la librería.
Volví a casa más confuso que enfadado, hice caso omiso de la página en blanco y me volví a sentar en mi sillón a terminar el extraño volumen.
Acabé las páginas que me quedaban es un instante y al cerrar el libro me di cuenta de que no me había gustado en absoluto, no comprendía por que había leído con tanta ansiedad. Advertí de que había algo escrito en la contraportada y leí ``Este libro leerás, y al llegar las tres perecerás ´´.
Se me puso la carne de gallina, ese libro cada vez era más extraño, lo arrojé lo más lejos que pude y me fui a la cama a intentar conciliar el sueño y olvidarme de todo lo ocurrido.
Desperté tirado en el sofá con el libro entre las manos, grité y me desprendí de el, miré el reloj del salón y señalaba las tres menos diez, me vestí lo mas rápido que pude y salí a la calle. No tenía rumbo, solo quería alejarme tanto como pudiera de el.
Corrí y corrí hasta que mis piernas no me respondieron y caí al suelo.
Todo a mí alrededor parecía ir lento, oía a la gente gritarme que me apartara, no podía moverme, pero veía la brillante luz que cada vez estaba más cerca de mi.

En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.

2 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena, Clara! Nos ha encantado...

    Ivana.

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  2. Precioso, tienes un estilo y una calidad literaria brutal si sabes como explotarla no tendras límite en la escritura.
    Jorge

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