29 abril 2013

Las gárgolas de la Lonja.

Hace muchos siglos, en la ciudad de Valencia habitaba un noble llamado Ruy Bastos que con su familia había venido de Aragón junto con las huestes del rey Jaime I para repoblar la ciudad. Su residencia se hallaba situada en un palacete cercano a la lonja, lugar donde realizaba sus negocios con mercaderes de otros países. Su fama de hombre despiadado y cruel trascendía las fronteras, pero era respetado por todos debido a sus ataques de ira contra la gente que osaba contradecirle.

Una fría mañana mientras se dirigía con su característico mal humor al encuentro de unos mercaderes, se tropezó con un anciano que llevaba en su mano una jarra de barro y al chocar contra D. Ruy se cayó al suelo haciéndose añicos. En vez disculparse y ayudar al anciano, se puso a maldecir al viejo por haber osado interponerse en su camino con lo ocupado que estaba esa mañana. El anciano sin inmutarse recogió uno a uno los pedazos de la jarra y dando un pase mágico recitó un encantamiento advirtiéndole que si no cambiaba su carácter en una semana, él y su familia se convertirían unas gárgolas que adornarían la fachada de lonja.

D. Ruy creyó que el viejo estaba loco y siguió su camino sin hacer caso puesto que ese incidente le había retrasado en sus negocios. Pasó la semana de plazo y cuando la familia Bastos paseaba cerca de la lonja para ir a la Catedral, apareció el anciano cubierto con una rica vestimenta de hechicero y con una voz profunda que hizo estremecer la tierra exclamó: - “Te di una semana para cambiar de carácter y ser mejor persona, pero tanto tu como tu familia habéis desoído mi consejo y por ello debéis ateneros a las consecuencias”. Con un leve movimiento de su mano izquierda, mientras lanzaba un conjuro en una lengua extraña, levantó un remolino de viento que rodeando al mercader y sus hijos, los convirtió en piedra elevándolos hasta la fachada de la lonja ante la sorpresa de todos los viandantes que por allí paseaban. La noticia del encantamiento de los Bastos corrió por todo el reino como la pólvora. La gente de lugares cercanos venía a Valencia a contemplarlos con sus propios ojos. Desde entonces y hasta nuestros días, si paseas al anochecer por la acera de la lonja y escuchas con atención, se puede oir débilmente los lastimeros gemidos de la familia Bastos convertida en las gárgolas que custodian la entrada del edificio, y que arrepentidas lloran por su situación.

La leyenda del Miguelete.

Hace ya muchísimos años, en la ciudad de Valencia, para ser más exactos en el Miguelete, se rumoreaba que había una leyenda que tenía en aquella época, atemorizados a sus habitantes. La leyenda decía así:

“Durante el día el Miguelete era un edificio espléndido, muy alto y con un interés turístico muy elevado. La gente lo visitaba a menudo, por la mañana, por la tarde, e incluso al medio día cuando había menos gente. Pero, al llegar la noche, el Miguelete se convertía en un monumento terrorífico, el más temido por sus habitantes, todos ellos creían en la leyenda que decía que al llegar la noche, a las 12:00 exactamente, se decía que la persona que entraba ya no salía. Así como pasó en el verano del 82, el 17 de agosto, unos adolescentes que habían salido de fiesta minutos antes, que pasaban por allí, les dio por entrar a verlo, pero ya no se les volvió a ver más. Se buscaron por todos lados, por las escaleras, sótano hasta en la cima donde se podían ver los alrededores por si se habían caído, pero nada. Más tarde el día de Navidad volvieron a desaparecer dos parejas de amigos que celebraban la Navidad en una planta baja y les dio por subir a ver como amanecía. Al día siguiente sus familias denunciaron su desaparición y descubrieron que el dueño de un bar les había visto entrar en el monumento sobre las 12:00 de la noche y que les avisó de lo que decía la leyenda pero se rieron de él y no le hicieron caso. El señor se fue a casa y a las 12:30 de la noche oyó unos chillidos que provenían de allí. Aterrorizado salió de casa y se dirigió al Miguelete pero pensó en lo que decía la leyenda y dudó en subir. De repente se oyeron unas risas en lo alto de la torre y el hombre se asustó muchísimo más y decidió llamar a la policía. La policía no le hizo caso y creyó que era una broma. Llamó durante cinco minutos después hasta que le dijeron que si volvía a llamar le arrestarían. No tuvo más remedio que esperar hasta la mañana siguiente. Así fue como sus familias se enteraron gracias a este señor que declaró sobre lo que vio y oyó.

Ya eran dos casos sobre víctimas desaparecidas y quién sabe si muertas también. Decidieron investigar. Un detective llamado Adrián, se ofreció voluntario para investigar el caso. El 17 de febrero se inició la investigación. El detective Adrián, a las 12:00 de la noche entró en el Miguelete con una cámara conectado a un ordenador del FBI. Adrián subió poco a poco por las escaleras hasta llegar a la cima. Una vez allí oyó una especie de risa. Sacó su pistola y empezó a bajar los escalones de uno en uno cuando vio una sombra que parecía un rostro de persona. Los otros agentes también la vieron mediante el ordenador y le dijeron que llevara cuidado. Cuando estaba justo por la mitad se la vio delante de él y disparó una, dos y hasta tres veces, pero vio que no pasaba nada, pues la sombra que divisaba en frente de su rostro era la de un fantasma. No se lo podía creer. Se armó de valor y le preguntó: eres tú el causante de las desapariciones de los últimos meses? El fantasma se quedó pasmado, indeciso alucinado, en los últimos años nadie le había dirigido la palabra, solo habían gritado, “claro es un fantasma”, entonces respondió: sí, soy yo. Adrián sin pensárselo dos veces volvió a apuntarle con su arma y le dijo que donde estaban las víctimas desaparecidas. EL fantasma le contestó: las he matado, igual que hicieron conmigo, ”era una noche de verano, a las 12:00 de la noche, yo me situaba en este mismo lugar cuando se me acercaron por detrás y me clavaron un puñal en el corazón, desde ese momento mi espíritu se instaló en este monumento y cuando llegan las 12:00 de la noche, me acuerdo de lo que paso hace más de quinientos años y para vengarme mato a todo el que se acerca como me hicieron a mí “. Adrián se quedó muy sorprendido, pues ahora entendía que pasaba y porque, y también como se sentía ese pobre hombre o lo que quedaba de él. Entonces le pidió que dejara de hacerle pagar apersonas inocentes lo que había hecho una que fue asesinarlo aunque no sabemos por qué. El fantasma recapacitó y asintió con la cabeza y se puso a llorar y dijo que no volvería a matar a nadie más. Le dio las gracias al detective por hacerle entender que lo que estaba haciendo estaba mal y desapareció para siempre. Desde ese momento, la leyenda “que era cierta por cierto” y ya se pudo volver a entrar en el Miguelete a las 12.00 de la noche sin miedo alguno.



FIN

18 abril 2013

La habitación oculta.

Según cuenta una antigua leyenda, en las Torres de Serranos hay una habitación oculta.


Nunca se ha podido saber el lugar exacto pero muchas personas creen que existe.



Se cuenta que en este lugar encerraban a los soldados que traicionaban a los de un rango mayor al suyo o desertaban.



Ha habido gente que ha intentado encontrarla, pero la mayoría fracasaban o… DESAPARECÍAN PARA SIEMPRE.



Ese misterio no podía quedar así. Por suerte, un explorador llamado Yako y su ayudante y amigo Cloud investigaron el asunto.



Transcurría el año 1899.



- Cloud ya estamos dentro de las Torres, según nuestras investigaciones, la habitación secreta se encuentra en el segundo piso. - dijo Yako



-¡Pues vamos, no hay tiempo que perder!-respondió Cloud



Yako y Cloud subieron al segundo piso. Según sus planos, la habitación tenía que estar ahí, pero por más que buscaron no encontraron nada.



-Es inútil Cloud, hemos hecho todo lo posible y no hemos hallado ninguna pista.



Cloud agotado se apoyó contra la pared, esta cedió y cayó al interior por una especie de tobogán.



-¡¡¡ Cloud, tranquilo que voy a salvarte !!!



Al final Yako cayó junto a Cloud y aparecieron en el interior de una habitación.



- ¡¡ Yako, por fin hemos encontrado la habitación oculta !!-dijo Cloud con alegría



- Es maravilloso, pero... ¿ tú sabes salir de aquí ?



Yako y Cloud se unieron a la lista de las personas desaparecidas intentando encontrar la habitación oculta…



Año 2012, excursión de primero de la E.S.O del Sagrado Corazón.



- Chicos, tenemos que ir todos juntos para escuchar las explicaciones del guía. Por cierto alguien ha visto a Carlos y Quique….-dijo Ivana.



En ese instante, Carlos y Quique accedían a la habitación oculta a través del tobogán



-Socorroooo!!! –gritaron Quique y Carlos.

17 abril 2013

La flor del vent

La flor del vent

En aquell prat de desesperació

en el que es trobaven sumits els meus sentiments,

era com si el vent s’haguera endut les sensacions de frustració.



Si vos, amor, pogueres saciar aquest sentir tan fort,

el meu dolor desapareixeria,

juntament amb la teua compassió.



A mi m’agradaria que visquérem per a sempre

i, que fórem joves eternament.



La teua bellesa és incomparable amb el meu voler.

Agafa el fruit de l’arbre de la joventut,

i així, podràs gaudir d’aquest preciós moment

que vola, com la rosa d’amor, la rosa del vent.



12 abril 2013

Reviure

Reviure




Va ser quan vaig caure dins aquell llac gelat que va canviar tot. Estava vivint en la meua casa de camp quan tenia 16 anys, amb les meues germanes i la meua tia. Erem totes xiques en aqueixa casa. Obviament vaig caure en aquell llac en hivern, en mig del mes de desembre, un dels dies mes freds de tot l’hivern.

Tornava del poble, on estava el col•legi, i com tot estava congelat i hi havia tanta boira, em vaig perdre perquè no podia vore res que em resultara familiar. Estava fent-se tard i el cel s’estava enfosquint, però gràcies a això vaig poder vore una llum que va fer que decidira anar cap a aquella direcció. Tan sols va ser quan estava a dos metres d’aquella llum, que em vaig donar compte d’on estava: just en mig del llac congelat. En aquell moment vaig saber que era massa tard.

Tan sols deu segons després, ja estava enfonsada en l’aigua gelada del llac, que de sobte s’havia descongelat d’una manera prou fictícia. Tan sols recorde el pròxim minut en que notava què m’estava ofegant i sabia que el meu cos anava a quedar-se en el fons d’aquell llac fins a que algú pensara que podria estar allí, ja en la primavera. Però no estaria contant aquesta història si açó haguera ocorregut.

Vaig despertar-me en una habitació d’una casa molt luxosa, com la d’un milionari, dins d’un llit el triple de gran que el meu, i amb una calefacció tant potent que em va fer oblidar que estavem en ple hivern. Del por que tenia vaig intentar tornar a dormir-me una altra vegada en aquell llit esperant que el temps passara més ràpid i així tornar a casa el més prompte possible.

Aquesta vegada em vaig despertar en un sofà d’un apartament típic d’estudiant, amb tot ple de coses com llibres, roba o aliments, per tots els llocs possibles de la sala. Aquesta vegada ja em vaig imaginar que no anava a tornar a casa prompte, ja que era massa coincidència despertar dues vegades en llocs totalment distints. Em vaig decidir a donar una volta per aquell apartament per a averiguar on estava. Quan vaig trobar una finestra, em va pegar un gran raig de sol a la cara. Era clar que em trobaba en un lloc on el clima era d’estiu, ja que la gent del carrer caminava en màniga corta i no hi havia cap núvol al cel.

Estava pensant en trobar un telèfon per a cridar a la meua casa, però abans de poder posar-me a buscar-lo, vaig escoltar un soroll que procedia d’una habitació contigua de l’apartament. De la por que tenia em vaig amagar darrere de la porta. Supose que aquella persona sabia que estava darrere de la porta, perquè just després d’obrir-la, va passar ràpidament a través d’ella i em va pegar un gran colp a l’estòmac i després al cap amb una vara de metall.

Quan vaig sentir el primer colp, ja sabia que anava a despertar-me una altra vegada en un lloc distint a l’anterior. Efectivament va succeïr així.

Aquesta tercera volta que em vaig despertar estava quasi segura que estava baix terra. No era per què puguera vore la terra o res d’això, si no per què no hi havia cap finestra que deixara entrar llum natural a aquell espai tan extrany. Aquest lloc era un espai molt ample amb un sostre molt elevat i amb molts mobles moderns. Aquesta vegada era distinta a les altres perquè quan vaig observar la sala, hi havia una altra persona que estava observant-me fixa i seriosament. Era un home prou jove amb els cabells molt curts i clars. Quan va vore que estava desperta, va alçar-se del sofà on es trobava i va eixir . Un segon després d’eixir per una porta, va tornar a entrar amb un gran somriure a la cara. Va apropar-se a mi molt alegrament i em va dir “Què bé que ja estigues desperta, Anna!”.

Aquell no era el meu nom, però açò no em preocupava gens en aquell moment. És més, ni em vaig adonar d’aquella errada perquè estava massa concentrada pensant en com era que estava arribant a tants llocs diferents. Ja després d’uns minuts que m’havia quedat en blanc vaig reaccionar i em vaig adonar de què jo no m’anomenava així. Estava tan nerviosa que vaig pensar en veu alta: “No entenc res...”. Aquest home va veure que estava perduda en els meus pensaments i em va començar a explicar alguna cosa. Va dir que estàvem baix terra protegint-nos d’una superfície terrestre totalment gelada i inhabitable per a ells, i que s’havia creat una mon nou en les profunditats. Però no vaig escoltar-ne res més perquè el vaig interrompre. Continuava més nerviosa encara i van escapar de la meua boca tots els meus pensaments: “A mi no m’anomenen Anna i a on estic i com és que tot està gelat i què està passant i com he arribat ací i...”. Em va mirar estranyament i va pensar en veu alta: “És la primera vegada que veig un d’aquests...”. Va explicar-me que vivien baix una gruixuda capa de gel que abans era aigua, però que des de fa uns anys estava congelada. Es suposava que jo era un cas especial entre tota la gent que es trobava baix terra. Era una persona que venia de la superfície i tomava el lloc de qualsevol persona que estiguera a prop de la mort en aquest món subterrani. Això em va fer comprendre on havia estat abans i per què, gràcies a les explicacions d’aquest home.

Quan havia despertat en l’habitació luxosa, jo era un milionari del subsòl amb una determinada edat que estava a punt de morir en el seu llit, i així va succeir, perquè vaig canviar una altra vegada de lloc. El segon lloc era el pis d’estudiant, on jo era una estudiant que també vivia baix terra i que va morir al ser atacada per un lladre. L’home em va contar que aquestes noticies de defuncions eixien en el diari cada dia perquè sempre que anava a morir algú baix terra, alguna altra persona moria en la superfície i es traslladava a la part inferior. Aquesta explicació em va fer comprendre que havia mort aquell dia en que vaig caure dins el llac, i la veritat és que no em va afectar massa aquell fet, ja que no podia fer res al respecte, però sí que em va preocupar el fet de tindre que tornar a ser una altra persona totalment diferent cada vegada que arribara la meua hora, que sempre tindria que ser propera, ja que cada cos que em pertanyira tindria que estar proper a la seua data de caducitat. Vaig pensar en que tindria que “viure” d’aquesta manera per a sempre, així que vaig oblidar-me de qualsevol cosa dramàtica i vaig dedicar-me a la curiositat. Vaig preguntar-li a l’home coses senzilles com per què podia veure llum procedent del sol quan estava en el pis d’estudiants i com podien viure baix l’aigua sense que aquesta entrara a la zona habitable. Va contestar-me que era la llum solar que travessava l’aigua de les zones que encara no havien patit la congelació de l’aigua, i que hi havia un cristall que envoltava totes les ciutats i impedia l’entrada d’aigua.

Com era d’esperar, vaig morir al dia següent a causa de problemes cardíacs, i vaig reviure en un altre cos.

Aquesta vida era més estranya pel fet de que havia durat viva més de tres dies. Era un actor molt atractiu volgut per totes les xiques, anomenat Jaume. Aquesta vida m’agradava per què tot era luxós i era el centre de tot. Era un error haver estat viva durant tant de temps, ja que jo m’adonava cada dia de diverses amenaces de mort de diverses procedències, però els meus guarda espatles em protegien en tot moment. El destí va decidir portar-me mentre dormia, i per tant no sé com va ser la meua mort.

La pròxima vegada vaig despertar-me en un llit d’hospital. Aquesta vida si que va ser llarga de veritat. Va durar anys i anys per sort. Jo era una xiqueta de set anys per aquella època, però no era tan feliç com podria ser una xiqueta d’aquesta edat perquè tenia càncer. Vaig viure una nova infància i una nova adolescència. Però hi existia una diferència gran entre aquesta vida i les anteriors: estava convivint en el mateix cos amb Paula, la vertadera ama del cos. La personalitat d’aquesta nova xiqueta era una mescla de nosaltres dos. Em vaig adonar d’aquesta presència uns dies després d’haver arribat a la meua nova casa. Aquells dies els meus pares notaven que alguna cosa anava malament. Em trobava molt pessimista ja que sabia que una xiqueta molt bona anava a morir en poc de temps, però vaig escoltar una part de mi que em deia que fora feliç i optimista, i que era segur que anava a morir, però no significava que anava a ser en dies. Podria ser en setmanes, mesos, anys, o fins a dècades, perquè un estat de salut no sempre depén del destí, si no en aquest cas del propi cos.

Vaig conviure amb Paula durant molts anys, amb una vida quasi normal, però vaig oblidar que l’últim dia podria arribar en qualsevol moment. Ho vaig recordar quan de sobte Paula va desaparèixer i em vaig trobar sola per primera vegada en molts anys. No sabia què fer perquè estava acostumada a pensar amb dos caps, però després d’estar un temps pensant, vaig saber que estava molt a prop de terminar, perquè reconeixia que la persona tenia que abandonar el seu cos uns dies abans de morir. Vaig acomiadar-me de tota la gent que havia conegut, sense dir per què per a no fer-los cap mal, i efectivament vaig eixir jo també del meu cos un dia després.

Estava molt trista d’haver finalitzat aquella vida que tant m’havia agradat i no m’agradava gens la idea de tornar a viure una nova vida després de tants anys.

De sobte vaig trobar-me en la mateixa habitació en la que vaig despertar uns anys abans, baix terra. No em podia creure de veritat era JO la que em trobava en aquell lloc. Havia tornat a tindre el meu aspecte físic d’uns anys abans. L’home de l’altra vegada estava igualment sorprès, però perquè no sabia qui era jo. Després d’explicar-li la meua llarga història, va recordar una cosa que havia escoltat: per cap raó en especial, quan una persona oblida qui és de veritat durant cert temps, torna a ser aquella persona que havia oblidat. Ell no sabia que aniria a passar després, però compartia la meua felicitat a pesar de no conèixer-me de res.



Aquesta va ser la última vegada que vaig despertar en un lloc diferent a l’anterior.

Era la vesprada del dia que vaig caure al llac, quan tornava del col•legi a peu, i ho sabia per aquella boira tan espessa i el intens fred que sentia en la cara i en les extremitats. Estava caminant inconscientment quan vaig despertar i em vaig adonar de que estava caminant amb les meues germanes. En aquell moment vaig recordar certs noms: Anna i Paula.

No sé com era que no m’havia adonat de que eren els noms de les meues germanes.

Immediatament vaig recordar que havia tornat a la meua vida després d’oblidar aquesta vida meua, i ho vaig relacionar tot. Quan deixara de ser el centre del meu món, podria recuperar les coses que em resultaven més importants i que havia perdut en un altre món. Vaig recordar que la vegada que vaig caure dins el llac estava amb la meua família, però no m’havia fixat en elles. Vam caure les tres a l’aigua, elles dos per a ajudar-me, però jo vaig oblidar-me de mi mateixa i vaig ajudar primer a les meues germanes, que és el que tindria que haver fet en la meua altra vida.

09 abril 2013

Navegant per Internet

Poc a poc Lea s’estava convertint en una celebrity. És com si fóra ahir, quan eixa xica va rebre la seua primera visita en youtube. Més bé, la novena, perquè sa mare li havia estat sumant unes quantes visites. És clar que no hi ha res millor que l’amor d’una mare. El cas és que, en tots els seus vídeos, ja sumava dos milions de visites.

Començà fent vídeos de ciència ficció d’aficionada i curts amb molta animació, però gràcies als seus subscriptors va anar evolucionant en qualitat i contingut, ja que l’objectiu principal sempre és satisfer els gustos i exigències dels subscriptors. Ara tot el què veu un vídeo seu s’enamora d’ella, siga el visitant home o dona, xiquet o adult.

El que Lea no conta en els seus vídeos, és com els graba. Es pot imaginar que és un procés senzill, però ella té els seus mètodes.

Quan tenia catorze anys, set messos i dos dies –ací en el món d’Internet és tot molt exacte–, es va crear un canal a youtube. Nom, cognom, data de naixement... Superfàcil. Però al final de la inscripció, en lletra molt xicoteta, quasi impossible de llegir, hi havia un quadradet bastant curiós. Posava: Marca aquesta opció si vols formar part d’Internet. Era bastant obvi que sí que volia. Però tots ja sabem què és el que passa amb la lletra menuda, que no acava sent el que esperem. En el mateix instant en què va fer-li clic al botó d’acceptar, aparegué en un altre lloc totalment irreal.

Lea estava literalment en Internet! Hi havia direccions IP viatjant en totes direccions; arxius compartint-se des d’Itàlia fins a l’altre costat del toll, que és Amèrica; videocridades esperant a ser contestades... Com si ella no estiguera suficientment confusa, va aparèixer un xiquet de sis anys plorant i demanant-li ajuda. Li recordava tant al seu cosí... Tant xicotet, no sabria ni sumar, i ja havia caigut en la trampa d’Internet. Si el Senyor Internet tampoc és tan roí; al cap i a la fi li havia permés fer treballs per a l’institut, comunicar-se amb la seua germana, que estava en Suècia... Però segrestar a xiquets dins el seu món simplement és immoral.

Lea va agafar al xiquet de la mà i van anar a buscar la seua direcció IP, la qual pot identificar i trobar un ordinador des de qualsevol lloc. El problema era que hi ha més de dos mil milions d’internautes en el món, i tan sols una vida per a trobar el seu IP. Llavors es van vindre baix i no van voler anar a cercar la tornada a casa, ja que es moririen abans de trobar-la. Estaven tan deprimits els dos, que ni van girar els seus caps a tan sols 180 graus per a veure aquell nombre de deu xifres aproximadament darrere d’ells. Sí, era l’IP de Lea; la finestra que donava a la seua casa. Però Lea no volia deixar al pobre xiquet tot sol en el ciberespai, així que li va portar amb ella. Van estar a punt d’entrar –més bé eixir – però una mà gegant va espentar-los i van caure a un forat de vint centímetres de prufunditat. No va ser una gran caiguda però el xiquet va començar a plorar una altra vegada per l’esglai d’aquella. Lea va intentar calmar-lo, però no savia quin era el seu nom. Li va preguntar i quan el xiquet li escoltà, va girar el cap lentament mentres feia una sonsrisa un tant malèvola, i li va dir: “El meu nom és Malware, però així em criden Virus”. Va ser escoltar això, i Lea va eixir corrent a la velocitat de la llum. Resulta tan difícil creure que una coseta tan mona puguera ser tan cruel.

Va continuar corrent fins que el va perdre de vista, i quan pensava que estava sola, aparegué la mà gegant una altra vegada. Van estar Lea i la mà mirant-se durant uns deu minuts en un silenci incòmode, fins que la mà digué les primeres paraules: “m...me g...gus...sta!”. Que li agrada el què? El silenci incòmode? “Like!”, “M’agrada!” Ja ho tenia més que clar; era la maneta de blau de “m’agrada” del Facebook, que estava apuntant cap a dalt. La mà que apuntava cap a baix, la del “ja no m’agrada”, era la que li havia espentat a ella i a Virus prèviament. Like li va comptar que es sentia presoner dins l’Internet, que volia explorar món i que volia enamorar-se d’una altra mà positiva. Lea va ser comprensiva i va oferir-li la opció de que li acompanyara.

No portaven ni dos minuts caminant, i a Lea se li va ocòrrer una idea. A través de Like podria comunicar-se per Facebook amb la seua germana. I això va fer. Va ser així de senzill com demanar-li a la germana que li donara un “m’agrada” a l’estat de Like. Així, Like tindria algú amb que estar. Gràcies a això, Lea va aconseguir eixir del domini del Senyor Internet.

Ja en casa, al cap d’uns dies, Lea accedí a la seua pàgina de youtube perquè sentia curiositat per veure com era el seu canal que havia creat dies arrere. Va veure que hi havia un vídeo penjat al canal, però ella no ho havia fet. Com no, va obrir-lo i va veure-lo. Per a la seua sorpresa, era una grabació d’aquel dia tan extrany que va viure amb la mà de Facebook y Virus.Però el vídeo ja tenia quatre-centes visites aconseguides en dos dies i estava en els millors vídeos de la setmana. No podia retirar-lo de la xarxa, havia gent a la que li agradava, i encara que no haguera sigut creació seua, es sentia orgullosa. Així que va deixar el vídeo en pau.

Va contactar amb Like, i li va demanar que li portara una altra vegada al món d’Internet, per a poder grabar unes quantes imatges per a un vídeo. Like, encantat, va deixar que Lea entrara a aquest món de nou, com a recompensa a que haguera trobat a la seua mà dreta, el seu gran amor. Lea sols tenia pensat grabar la història d’amor entre les dues mans, però arribà Virus i va interrompre la grabació. Virus deïa que havia canviat, que ja s’havia desintoxicat, i Lea, més innocent que un xiquet de sis anys, li va creure.

El temps va anar volant, i pareixia que foren tan sols dies, però Virus ja estava fent-se més major i Lea més encara. Quan ella es va donar compte, intentà eixir d’alli, però Virus ja havia crescut molt i s’havia ‘estés’ per totes parts. Era exactament com un virus d’ordinador i no podia ser eliminat fàcilment. Virus desaparegué, però Lea no podia eixir sense l’ajuda de algú de dins, així que es va quedar. Aleshores Lea continuà fent vídeos des del món d’Internet, fent creure als aficionats que eren efectes especials molt bons, mentre que en realitat eren com diaris personals d’aquell món fantàstic i irreal en el qual ara vivia i no podria eixir mai més.